El sueño de la casa propia es deseado por millones, pero desafortunadamente el número altísimo de intereses e impuestos no permiten que gran parte de la población lo haga real. A los que tienen la oportunidad de vivirlo, algunas formas de crédito pueden ayudar, además de la posibilidad de comprar el inmueble aún en la planta, donde se consigue un cierto descuento. Pero no siempre podemos confiar y creer en el barato, por eso separamos algunos consejos.

     Responde las siguientes preguntas antes de tomar cualquier decisión:

1. ¿La constructora es lo suficientemente confiable para que pueda invertir tanto dinero así?

2. Estoy seguro de que esta es la propiedad correcta para mí?

3. ¿Podría asumir un compromiso de financiación a largo plazo?

4. ¿El valor del m² es correcto?

5. ¿He calculado los intereses de crédito sobre el valor del inmueble?

Después de contestarlas, siéntase de cabeza fría para empezar a planear o poner en práctica el sueño de la casa propia. Por encima de todo, sea fiel a sus propósitos, sin perder el foco de cuánto gastar, pues al final de cuentas, todo vale cuando alcanzamos nuestros objetivos.