Vivir cerca de la playa es un privilegio, pero puede presentar algunos desafíos, especialmente cuando se trata de proteger sus muebles del aire salado. El 'aire salado', la humedad y la luz solar intensa pueden dañar seriamente sus muebles y acortar su vida útil. Afortunadamente, existen algunos pasos simples que puede seguir para proteger sus muebles del rocío de sal.
Primero, elija muebles que sean resistentes a la sal. Algunos materiales como el aluminio, el acero inoxidable, las fibras sintéticas y las maderas duras como el ipé y el cumarú son más resistentes al aire del mar y pueden durar más. Además, elija telas resistentes al agua y al sol para cojines, cortinas y alfombras para exteriores.
Otra medida importante es mantener tus muebles limpios y secos.
Elimine el polvo y la suciedad regularmente con un paño suave y limpio y evite dejar objetos húmedos o mojados sobre los muebles. Si es posible, cubra sus muebles con cobertores o lonas cuando no los use.
Mantenga sus muebles fuera de la luz solar directa. Colóquelos en áreas sombreadas o use sombrillas, toldos y pérgolas para protegerlos. Recuerde que el sol brillante puede dañar no solo la apariencia de los muebles, sino también su estructura.
Finalmente, haga un mantenimiento regular a los muebles. Aplique barnices, selladores o agentes impermeabilizantes a la madera y al metal para protegerlos del aire del mar y repare y reemplace las partes dañadas tan pronto como las identifique.
Siguiendo estos consejos, puede proteger sus muebles del aire del mar y asegurarse de que duren muchos años.
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