Actualmente, muchas personas están optando por vivir en propiedades alquiladas por motivos de estilo de vida, comodidad, seguridad, confort, entre otras características que pueden hacer atractivo el alquiler.

Sin embargo, hay una pregunta muy común que se hacen quienes viven o piensan en vivir en pisos de alquiler. ¿Cómo salir del lugar con nuestra personalidad? ¿Cómo lidiamos con las cosas que no podemos cambiar? ¿Cómo organizar el dinero para mejorar el medio ambiente? ¿Qué pasa si no tenemos dinero para grandes cambios?

Teniendo esto en cuenta, hemos elaborado algunos consejos que pueden ayudarle con estas decisiones:

1 - Reserva un presupuesto y haz una lista de artículos a comprar

Haz una lista de todo lo que necesitas y sé honesto contigo mismo acerca de tus finanzas, dividiendo tu dinero para saber exactamente cuánto puedes gastar antes de comprar cualquier cosa. De esta forma evitarás gastar demasiado en un elemento y quedarte sin dinero para otros que también son importantes para el aspecto final de la habitación.

2 – Cambiar lo que se puede cambiar

Hay cosas que se pueden cambiar en un piso alquilado y que marcan una gran diferencia. Por ejemplo: Pintar las paredes, cambiar los tiradores de los armarios, cambiar las bombillas de luz fría por otras cálidas, poner una funda en el sofá, cambiar las lámparas que no enfrían y cambiar las cortinas son todas formas de hacer una habitación más fresca. Intenta negociar con el dueño del inmueble a través de la agencia inmobiliaria para realizar mejoras y comprobar la posibilidad de cambios importantes.

3 - No te preocupes por nada que no tengas la opción de cambiar

¡No te preocupes! Redirige tu enfoque con posibles cambios para que ganen más protagonismo, aportando así tu personalidad al entorno.

4 - Ten en cuenta que lo principal debe ser lo que puedas llevar contigo.

Esta es una regla muy importante en este proceso, después de todo, los buenos artículos se pueden tomar y usar en diferentes lugares. Ya sean los muebles, la decoración, siempre algo que se pueda reutilizar, evitando así gastos y aportando practicidad si se produce algún cambio.

Por último, no olvides que tu hogar es más que un simple ambiente, es tu lugar de refugio y también el lugar donde vivirás momentos increíbles solo, con tu familia y con tus amigos. Y recuerde también que la belleza puede presentarse en diferentes formas y no siempre requiere grandes costos.

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Fuente: Arquitecta Luiza Porto